El
magnífico Gran Hall de la Union Station de Chicago es el lugar ideal para darse
la idea de lo que el gran arquitecto Daniel Burnham quiso decir con su famosa
frase “no hagas planes pequeños, no tienen la magia para hacer hervir la sangre
de los hombres”. El Gran Hall de la estación Union, terminado en 1925 por la
firma Graham, Anderson, Probst and White, es considerado como uno de los
mayores espacios interiores en los Estados Unidos.
Los visitantes
se sienten pequeños al entrar en esta sala de espera, de estilo Beaux Arts, de
6 mil metros cuadrados y un techo abovedado de cristal, de 20 metros de altura,
que cuenta con 18 columnas corintias altísimas, paredes de terracota, piso de
mármol rosa de Tennessee. Como si fuera una extensión, el Gran Hall es también
la entrada a la Galería Union, una
hermosa sala de mil metros cuadrados, que ahora se utiliza como salón para
bodas y recepciones.
La rica
historia y la belleza del Gran Hall se ha convertido en un lugar popular para
largometrajes, incluidos Los intocables, La boda de mi mejor amigo, Banderas de
nuestros padres y muchos otros filmes. La galería acomoda de 300 a 2 mil 500
personas.
La Union Station
de Chicago es el centro ferroviario mas importante de Chicago y la estación
ferroviaria sobreviviente de las cinco que en un tiempo hubo en Chicago.
Construida de 1913 a 1925 (interrumpida por la Primera Guerra Mundial y la
escasez de mano de obra), ocupa el sitio inmediatamente al sur de la antigua
estación del mismo nombre, que operó desde 1881 hasta 1925.
En su Plan
de Chicago de 1909, Burnham incluía una majestuosa estación de ferrocarril centralizado para consolidar las operaciones
del ferrocarril en una sola instalación que pudiera acomodar el gran volumen de
salidas y llegadas de los viajes en tren dispersos entre varias estaciones. Al
centralizarlas se eliminarían los entonces ya molestos enredos del tráfico en
Chicago.
Desde
finales de 1990, los viajes en tren se han recuperado a niveles no vistos desde
la década de los 60. Los altos precios de la gasolina, el tráfico de
automóviles pesados, los aumentos en las tarifas de estacionamiento, la mejora
del servicio ferroviario, subsidios estatales, y una revitalización de la
conexión de las ciudades del interior han contribuido al atractivo de los
viajes en tren.
Hoy en día, la Union Station acomoda más
pasajeros de los previstos cuando fue construida, ya que diariamente desfilan
por ella 120 mil pasajeros, incluyendo los de los trenes inter urbanos. Para
remediar la situación la ciudad proyecta una modernización de servicios a un
costo de 350 millones de dólares.
Una
bicoca, tomando en consideración que su costo original fue de 75 millones, el
equivalente a más de mil millones de dólares actuales.